viernes, 15 de mayo de 2020

Derechos culturales: disfrute y creación de la cultura. Transversalidad y ciudadanía


Lo primero que hay que comprender es que los derechos humanos son indivisibles e interdependientes, así la única diferencia radica en su aplicación, por un lado de los derechos civiles y políticos y por el otro los derechos económicos, sociales y culturales-DESC, los primeros son de  exigibilidad inmediata, es decir que sólo se necesita de una actitud abstencionista del Estado para que ese derecho sea efectivo, y los DESC son de aplicación progresiva, es decir están condicionados por el desarrollo de cada sociedad, en tanto se requiere que el Estado otorgue a los individuos el apoyo material para que éstos puedan ser ejercidos eficazmente. Pero esta diferencia no implica que unos estén sobre otros, puesto que lo que prima es la interdependencia y la indivisibilidad de los mismos, así se hace necesaria una visión integrada de los derechos humanos y no compartimentada.
El artículo 15° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, condensa todos los aspectos vinculados al derecho al disfrute y acceso a la cultura, a través del derecho de formar parte de la vida cultural, beneficiarse de los progresos científicos, además de favorecer la cooperación internacional en el ámbito de la ciencia y la cultura. Pero teniendo en cuenta lo señalado sobre la transversalidad e interdependencia de los derechos humanos, es importante observar y analizar el artículo 15° en un sentido amplio, puesto que involucra también el ámbito de los derechos no solo individuales sino también colectivos (de los pueblos indígenas y/o amazónicos por ejemplo), además de una gran influencia de otros derechos, como por ejemplo el derecho a la educación, el derecho a la no discriminación, etc.
Los derechos culturales son amplios e incluyen tanto los derechos individuales como colectivos, como el derecho al desarrollo, a un medio ambiente sano y a la protección del patrimonio cultural de los pueblos, etc., por lo tanto los individuos somos sujetos activos que podemos gozar de la cultura y a la vez crearla e incrementar la riqueza cultural, no sólo de nuestra comunidad sino también en un nivel mucho más amplio. Esa facultad de goce y creación del individuo tendrá relación con su propia  identidad cultural, se configura como una especie de retroalimentación.
Así, el derecho a la cultura-derechos culturales en su más amplia acepción, exigen a los poderes públicos una actuación activa, protegiendo tres aspectos que definen a la cultura y es en este punto donde radica la mayor importancia:

 . Aspecto tradicional vinculado al patrimonio cultural material e inmaterial.
. Aspecto innovador, vinculado a la producción de obras científicas y culturales contemporáneas (es decir a las industrias culturales)
. Aspecto pluralista que es respetuoso y promotor de la identidad y diversidad cultural.

A su vez estos tres aspectos están interconectados entre sí, así por ejemplo los bienes culturales materiales o inmateriales, deben observarse siempre de manera conjunta y en su más amplia influencia, en el espacio en el que se encuentran (en el que pueden confluir bienes de diversas épocas), puesto que no son estáticos no tienen un valor únicamente en el pasado o por su historia, son fuente de inspiración y se recrean en el presente, plasmándose en nuevas manifestaciones como por ejemplo las artesanías, las danzas, el teatro, lo que a su vez es una forma de promoción y respeto de la identidad y la diversidad cultural, es decir estos tres aspectos se entrelazan, se retroalimentan y se transmiten en el presente y en el futuro. 

Por ejemplo, en el texto que publiqué vinculado a la cultura en tiempos del COVID, me centré solo en algunos de los diversos bienes culturales, manifestaciones, espacios de ejercicio de ciudadanía, (como los museos por ejemplo),etc. elementos que forman parte de los derechos culturales que tenemos como ciudadanos y que estamos  ejerciendo de una forma distinta en estos momentos de crisis mundial.
Los individuos vinculados a la creación cultural, tanto a nivel tradicional (como los pueblos indígenas y amazónicos con sus tradiciones ancestrales por ejemplo) y los vinculados al nivel innovador (como los artesanos, actores, artistas, etc.) son elementos trascendentales en la transmisión de la cultura, y por lo tanto han desarrollado esa doble facultad señaladas líneas arriba, la de goce y creación, por ello son sujetos doblemente importantes en la promoción y fortalecimiento de la ciudadanía cultural. 
La crisis del COVID19 está siendo muy fuerte con este sector, ya no solo como creadores de cultura, sino como ciudadanos, cada uno con problemáticas complejas y de mayor gravedad como es el caso de los pueblos indígenas y amazónicos. Si partimos que todos los derechos humanos son indivisibles e interdependientes, es momento de mirarlos de dicha manera, de crear una política cultural que proteja todos nuestros derechos culturales, y por lo tanto que sea transversal que proteja a la cultura y sus transmisores y creadores en el sentido más amplio de la palabra.
Estos temas los he trabajado con mayor amplitud en diferentes textos, cuyos enlaces adjunto a continuación.








jueves, 15 de agosto de 2019

La Lima de Pariacaca


La Lima de Pariacaca





Apu Pariacaca 5800 msnm

Encuentros, reencuentros[1]

Definitivamente los Juegos Panamericanos nos han dejado diversas sensaciones positivas de orgullo, la inauguración, la clausura y el desempeño de nuestros atletas han canalizado una fuerza que teníamos guardada como país. Considero que esto no ha terminado con la finalización de los Juegos Panamericanos, han quedado algunas cosas que es necesario que sigamos explorando y reconociendo, una de ellas es la figura del Apu Pariacaca, elemento cultural e histórico que fue utilizado como marco de la presentación de nuestras expresiones culturales en la inauguración de los Juegos.

Para conocer sobre el Apu Pariacaca y toda la cosmología que se desenvuelve a su alrededor es necesario referirnos al Manuscrito de Huarochirí, nuestra biblia regional escrita en Quechua, cuyos traductores más conocidos son José María Arguedas (y del cual toma la idea para su título de “El zorro de arriba y el zorro de abajo) y por el francés Gerald Taylor.

Mi primer acercamiento a este Manuscrito no fue en el colegio, como creo que debería ser en el futuro, fue en el pregrado en la universidad, pero no fue hasta los estudios en la Maestría de Antropología, en el magnífico curso del profesor Luis Millones en que se nos propuso a los estudiantes realizar una lectura y análisis completo del Manuscrito de Huarochirí. La importancia de este texto es así resumida por el profesor Millones:

“El texto está redactado enteramente en quechua y constituye uno de los más importantes documentos para acercarse a la cosmovisión andina del siglo XVI. Se le ha volcado en varios idiomas, además de la traducción que hizo al alemán el propio Trimborn. En español tenemos tres versiones, empezando por la que hizo José María Arguedas en 1966. Gerald Taylor y George L. Urioste también nos han entregado sus interpretaciones, que no necesariamente coinciden entre sí o con la de Arguedas. Sin embargo, todas ellas nos muestran las dificultades de lidiar con una lengua tan diferente al español y, sobre todo, con un texto cuya naturaleza –similar a la Biblia, el Popol Vuh o el Corán–, es el conjunto de relatos sagrados que una civilización presenta como el regalo y mandato de sus dioses. Hay que agregar que, a diferencia de las versiones de las crónicas de los siglos XVI y XVII que en general siguen el patrón sustentado por las declaraciones de la nobleza imperial incaica, el Manuscrito de Huarochirí nos ofrece un conjunto de relatos en los que ni el sol ni los incas tienen una supremacía sobre las deidades mencionadas en el documento. Una primera explicación nace de los límites geográficos donde sucede la mayoría de los acontecimientos narrados: la cadena de montañas que limitan la sierra de los departamentos de Lima y Junín, específicamente del nevado de Pariacaca, hasta la costa del Pacífico. Este espacio, muy lejano del Cusco y de la clase gobernante, explica en cierta forma el tratamiento que se hace de los incas o de su panteón oficial (y su rol no es especialmente feliz).[2]


Camino a Huarochirí

Así, fue realmente fascinante sumergirse en la genealogía de personajes diversos, tratar de reconocer lugares/ciudades que aún existen y entender la historia de la creación del mundo a través de los relatos anónimos recogidos por el sacerdote Francisco de Avila en el siglo XVI. Aún conservo mis anotaciones y mis “filminas” para exponer la genealogía del Manuscrito. 
En ese momento es cuando comienza la idea personal para mi tesis doctoral, intentar descubrir si en la actualidad aún persisten muchas de las tradiciones (fiestas, leyendas, mitos) en las poblaciones actuales de la zona que abarca el Manuscrito y es con (y gracias a) este proyecto que me embarco a Barcelona a estudiar mi Doctorado en Antropología Social y Cultural. Lamentablemente la beca no permitía salidas fuera de España por más de un mes, por lo que tuve que cambiar de zona de trabajo y de alguna manera de tema, y mi proyecto quedó ahí guardado con pocas actualizaciones a lo largo de esos años.

El año 2013 fue cuando me reencuentro con el Manuscrito, la Universidad Católica, conjuntamente con el IFEA organizó el Simposio internacional “El Manuscrito quechua de Huarochirí, circa 1608”, el que congregó a investigadores de diversos países. Se presentaron estudios diversos sobre el Manuscrito, desde el ámbito arqueológico, lingüístico, histórico, etc. y una de las presentaciones más importantes fue la de Gerald Taylor[3]. Demostrándose así la gran importancia que aún tiene el Manuscrito y la riqueza que alberga en diversos ámbitos de las ciencias no solo sociales.

Pero no fue hasta ese 2013 que gracias al trabajo en el área de Participación Comunitaria del Qhapaq Ñam que me reencuentro con Huarochirí como zona, el grupo había estado trabajando un interesantísimo proyecto sobre “Valoración del patrimonio cultural y percepciones sobre el turismo. Estudio en el Distrito de Huarochirí”[4], ya se había realizado la mayoría del trabajo de campo y desarrollado buena parte del trabajo de gabinete, quedaba pendiente la validación del documento de trabajo con la propia población (modalidad desarrollada en todas las actividades realizadas por el Área: el involucramiento de las comunidades hasta el final de los proyectos, acuerdos, etc.). Así emprendí, junto con otros compañeros, el viaje a Huarochirí, recordando el Manuscrito y tratando de identificar en el camino esos lugares que habían recorrido Cuniraya Huiracocha, Pariacaca, Chaupiñamca, entre otros personajes.

En el camino el Apu Pariacaca aparecería lejano (la foto al inicio del texto así lo demuestra), y si bien forma parte del imaginario de los pobladores de Huarochirí (debido a que el Camino Inca que llevaría hacia el Apu pasa por Huarochirí), este no forma parte del distrito de Huarochirí.


 

El Apu Pariacaca está ubicado en la comunidad de Huachipampa en el distrito de San Lorenzo de Quinti, provincia de Huarochirí y en la comunidad de Tanta, provincia de Yauyos, ambas en la región Lima, formando parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos.

No escribo este texto con la intención de profundizar en el tema del Pariacaca o del Manuscrito o de los avances de mi proyecto (que sigue poco a poco!!), sino que considero que el hecho que el Apu Pariacaca haya hecho su apoteósica aparición en la capital del Perú es una buena oportunidad para conocer, entender y analizar la situación de otras ciudades con las que la capital comparte región. Comprender, conocer y apreciar esa Lima serrana de la cual vivimos literalmente de espaldas, a pesar que ese Apu tutelar nos conectaba desde tiempos ancestrales (entre otras cosas, la directa relación con Pachacamac y otras deidades así lo demuestra)[5].

Tan lejos, tan cerca
          Una de las cosas que más me llamó la atención del viaje a Huarochirí fue el mal estado del camino, es realmente un camino peligroso de una sola vía, lleno de curvas, abismos y túneles que impiden muchas veces la visión. Pareciera que las autoridades olvidaron este importantísimo lugar, y da la impresión que estuviéramos a miles de kilómetros de la Capital, cuando en realidad no es así.


Camino a Huarochirí
         










No se nota la trocha













Una sola vía















A pesar de ello buses lo cruzan cuatro días a la semana (por lo menos en ese año),  llevando y trayendo pasajeros y mercancías, un viaje que dura aproximadamente cinco horas, aunque se puede tardar hasta ocho debido a lo accidentado del camino.



















La importancia cultural de Huarochirí no solo está vinculada al Manuscrito de Huarochirí, un tramo importante del Camino Inca se encuentra en este distrito, formando parte del tramo Xauxa Pachacamac, que a la vez forma parte del camino hacia el Pariacaca, además conserva múltiples complejos arqueológicos como Suni, Chuicoto, entre otros.

La extirpación de idolatrías llegó con la Colonia, y fue aplicada con fuerza en la zona de Huarochirí, pero también promovió actos de rebelión de personajes como Juan Cajahuamán, tal como lo señala Rosario Pajuelo Montes en su estudio sobre el ex centro educativo N0 443 de Huarochirí:

Las crónicas de esa época permiten deducir que hacia 1697 la educación promovida por la religión pudo haber tenido su máxima influencia en Huarochirí: una denun­cia hacia los indios por mantener culto a sus dioses tradicionales dan inicio a varias campañas de extirpación de idolatrías para destruir cualquier rezago de la religión andina (Orrego, 2005). Los efectos de esta herramienta de opresión se vieron años más tarde, cuando, en 1750, Francisco Inka se rebeló contra los abusos de las au­toridades virreinales; años después le siguieron Juan Cajahuamán2 y el montonero Ninavilca3 (Tello, 2011). La resistencia y la lucha marcarían una de las características del huarochirano de esos tiempos, lo que pudo haber provocado la intensificación de una educación centrada en la dominación.”[6]

Huarochirí es también lugar de nacimiento de Julio César Tello, el padre de la arqueología peruana, y en su recuerdo hay una placa en la casa donde nació y la decoración de la plaza principal tiene una estatua y varias representaciones vinculadas a la cultura Chavín.

El patrimonio monumental y arquitectónico también tienen importantes referentes en este distrito, cuya área urbana fue declarada en 1986 como Patrimonio Cultural de la Nación, destacando la Plaza Central, la Iglesia Santísima Virgen de la Asunción y el local del  Colegio No 443, también conocido como Patio de Honor, una de las edificaciones más importantes del distrito y que guarda una historia fascinante tal como la desarrolla Rosario Pajuelo Montes en su trabajo:“La Recuperación Participativa de La Historia y la Memoria para el Uso Social Del Patrimonio Huarochirano: El Caso Del Ex Centro Educativo N°443”[7].

Plaza central de Huarochirí con el fondo del Centro Educativo 443


Plaza Central de Huarochirí
A pesar de toda esta riqueza cultural, en la que también cabe destacar las festividades, productos agrícolas, organización comunal, etc. aún en la capital se desconoce la importancia de ciudades con las cuales compartimos no solo una historia, sino un espacio geográfico y que representan nuestro enlace con el mundo andino, aquel mundo andino que se enclava en la costa gracias a las migraciones, y a las manifestaciones culturales que se han insertado en nuestra ciudad. Una muestra de ello son los resultados de la pregunta de Autoidentificación Étnica del Censo del Instituto Nacional de Estadística del año 2017, la cual arrojó importantes resultados con relación al departamento de Lima en el que se encuentra el mayor porcentaje de personas que se autoidentifican como indígenas u originarias de los Andes (23,1%).
Este pequeño resumen, gracias al Apu Pariacaca que ha estado en las noticias en los últimos días, tiene la intención de reconocer que somos también una Lima serrana, nos debe interesar la historia de lugares como Huarochirí, conocer su cultura, la cual compartimos, pero también identificar la problemática que aún sufren muchas ciudades que se encuentran en nuestra región, falta de caminos seguros, asfaltado, dificultades de acceso, comunicación, etc. Huarochirí aún conserva unos paisajes hermosos, es un pequeño y apasible pueblo con mucho potencial, pero que lamentablemene aún se encuentra aislado de la gran ciudad. 


Paisaje de Huarochirí-Camino Inca

Quizás si empezáramos a leer el Manuscrito desde pequeños, nuestros niños, a pesar de estar cerca al mar, se sentirían identificados con un espacio que habitan como un todo, unidos por los cerros que nos llevan al Pariacaca que nos observa imponente desde las alturas de nuestra Lima. Que el Bicentenario nos encuentre conociéndonos y reconociéndonos, en nuestra lejanía cercana[8].




[1] Todas las fotografías del presente texto son parte de mi archivo personal.
[2] https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/manuscrito-huarochiri-luis-millones-269985
[3] En esta página se puede ver el programa completo: http://files.pucp.edu.pe/facultad/llcchh/wp-content/uploads/files/2013/08/Simposio-internacional.pdf
[4] Sería importantísimo que el documento final pueda ser publicado, pues constituye una muestra no solo de la importancia y riqueza de la zona, sino de una forma de trabajo participativo desde su concepción hasta la culminación del mismo.  
[5] Para mayores referencias sobre Pariacaca, visitar el blog de Roberto Bustamante, aka El Morsa: https://medium.com/@elmorsa/lecturas-sobre-el-pariacaca-52e919c25c4d
[6]https://www.academia.edu/37569223/La_recuperaci%C3%B3n_participativa_de_la_historia_y_la_memoria_para_el_uso_social_del_patrimonio_huarochirano_El_caso_del_ex_Centro_Educativo_N_443._Revista_DEVENIR_N%C3%BAmero_6._Revista_de_Patrimonio_Edificado_de_la_Facultad_de_Arquitectura_Urbanismo_y_Artes_de_la_Universidad_Nacional_de_Ingenier%C3%ADa
[7]https://www.academia.edu/37569223/La_recuperaci%C3%B3n_participativa_de_la_historia_y_la_memoria_para_el_uso_social_del_patrimonio_huarochirano_El_caso_del_ex_Centro_Educativo_N_443._Revista_DEVENIR_N%C3%BAmero_6._Revista_de_Patrimonio_Edificado_de_la_Facultad_de_Arquitectura_Urbanismo_y_Artes_de_la_Universidad_Nacional_de_Ingenier%C3%ADa
[8] Algunos vídeos sobre Pariacaca: Reportaje al Perú https://www.youtube.com/watch?v=kTcxTMKwvl8
Presentación de la Historieta sobre Dioses y Hombres de Huarochirí-Miguel Dett: https://www.youtube.com/watch?v=ZKdUp7u9XD0





miércoles, 14 de mayo de 2014

Ancón, Ancón ¿Balneario hermoso?



¿Cómo fue ayer aquí? 
Sólo hemos alcanzado estos restos, 
el vaso que ilumina con su lejano y obstinado silencio, 
el pájaro herido en el esmalte al alcanzar el fruto.

Llegamos con la puntual indiferencia del nuevo día, 
saltando sobre la desgracia con precisión de atletas. 
Hemos dormido bajo las estrellas, 
hemos perdido el tiempo.

Paracas, Ancón, Chavín de Huantar. 
Éstas son las palabras del canto.

Blanca Varela-Palabras para un Canto (Canto Villano)



Bahía de Ancón



Las vacaciones inolvidables y sin preocupaciones, donde solo estaba la playa, las bicicletas, los patines, el malecón, las anconetas, los helados en el D´onofrio, las visitas al muelle, las tardes con los amigos y amigas, miles de anécdotas en ese pequeño paraíso que fue para mí Ancón durante varios veranos. He regresado esporádicamente en estancias de pocos días o visitas de un día, a pesar que ya no es el lugar de mis recuerdos, a pesar que es cada vez más difícil salir de la ciudad para llegar a esta bahía del norte de Lima sin algún incidente de tránsito. 

Desde antes y después de su creación como distrito en el año 1874, Ancón tiene mucha historia que data desde la época prehispánica con restos importantes de las culturas Chavín, Wari y Chancay, pasando por la Colonia donde se configura como una caleta de pescadores, para luego durante la emancipación e inicios de la República ser el lugar donde desembarca Don José de San Martín para hacer frente al Virrey La Serna y es el lugar donde se firma el Tratado de Ancón. Ya en el época contemporánea, durante los años 60 y 70 se constituye como el balneario de referencia de la clase alta limeña. El crecimiento del balneario comienza con la construcción de altos y modernos edificios y otro tipo de construcciones modernas que acompañaban a las casonas republicanas tanto en el malecón como en las calles principales como Balta, Abtao y Dos de Mayo.
Casona frente al malecón Ferreyros y la calle Dos de Mayo

A finales de la década de los años setenta y a lo largo de los ochenta comienza el crecimiento acelerado del distrito con la instalación de diversos asentamientos humanos alrededor del balneario, el distrito de Ancón tiene 298.64 kilómetros cuadrados y es después de Carabayllo el distrito más grande de Lima Metropolitana, sus límites llegan incluso hasta la sierra de la provincia de Canta (limita al noreste con el distrito de Huamantanga). Así en la actualidad cuenta con 31, 000 habitantes.





Momentos importantes en los últimos años han sido, por un lado el intentos de construcción de un mega puerto promovido por la empresa Santa Sofía Puertos del Grupo Romero que buscaba captar el 30% de la carga del puerto del Callao, proyecto que ocasionó la protesta de los anconeros y diversos ciudadanos , debido a que consideraban que dicho proyecto pondría en riesgo el medio ambiente ya afectaría la pesca artesanal.


Así el Congreso de la República en julio del año 2011 mediante la Ley Nº19767 declara la Intangibilidad de la Bahía de Ancón, cortando con esto la posibilidad (por lo menos legal) de la construcción del mega puerto. En el año 2010 se declara mediante el Decreto Supremo N° 013-2010-MINAM de interés nacional la creación y desarrollo Proyecto Especial Parque Ecológico Antonio Raimondi, que también se incluye dentro del área de intangibilidad declarada por la Ley señalada.










Por otro lado, en el año 2013 se anuncia la construcción del proyecto de vivienda “Ciudad la Alameda de Ancón” cuya construcción se inició en febrero del 2014 y buscará dar vivienda a cerca de 60, 000 personas en las 11, 000 viviendas que se han empezado a construir.



En medio de todo ese boom poblacional hay algo que ha cambiado y no para bien, esto es la situación de las hermosas casonas republicanas que se encuentran dentro del balneario.


Casona esquina calle Abtao

En abril de 1989 mediante Resolución Jefatural Nº009-89-INC/J la Zona Monumental de Ancón fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, esta zona monumental comprende el área dentro del perímetro formado por la ribera del mar, calle Ancón, los límites exteriores de la antigua Estación de Ferrocarril, la línea imaginaria que comprende la prolongación de las calles Cajamarca, Abtao y Balta, calle Almirante Grau hasta la ribera del mar. A pesar de dicha declaración las casonas y toda la zona monumental, a excepción de algunas casonas que aún son mantenidas por sus propietarios, viene sufriendo una degradación continúa por el paso del tiempo y por el descuido de sus estructuras.


Casona calle Balta 



En el ámbito arqueológico, los sitios que han sido declarados como patrimonio cultural son El Tanque mediante Resolución Directoral Nacional Nº 22/INC-2001, Fortaleza Cerro San Pedro Resolución Directoral Nacional Nº 233/INC-2002 y las Necropólis de Ancón Resolución Directoral Nacional Nº 1225/INC-2001, esta última zona ha sufrido invasiones durante el año 2013.

Creo que el balneario de Ancón y el distrito en general podrían ser un ejemplo micro del cambio del uso del espacio y territorio y el crecimiento acelerado (desordenado) de la ciudad, en medio de un rico pasado prehispánico, colonial, republicano y contemporáneo. El Museo de Ancón es un lugar muy interesante que visitar, puesto que contiene una muestra importantísima de vestigios encontrados en las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona, además de brindar información sobre la importancia del puerto desde la época prehispánica. Señala la página del museo: “Ancón se configura como una de las pocas zonas en el área andina que ostentan una contínua y compleja ocupación cultural a lo largo de todos los periodos reconocidos para el esquema cronológico de los Andes Centrales. Su historia comprende, por tanto, desde las tempranas ocupaciones Líticas hasta las complejas manifestaciones del Horizonte Tardío, sin dejar de lado su historia colonial y republicana.”



Había señalado en otros textos que el patrimonio cultural arqueológico se encuentra interconectado con otro tipo de bienes culturales, como los bienes arquitectónicos de las épocas colonial y republicana, que es necesaria una visión integral e integrada del patrimonio cultural en determinados espacios geográficos. Así, mirar a Ancón es mirarlo desde sus diversos referentes patrimoniales y tratar de articularlos para que puedan ser estudiados, conservados, conocidos y preservados. Bien hace el Museo por ejemplo de considerar en la historia de Ancón un mapa interactivo donde se reconocen las casonas que tienen importancia para la historia del Perú en general, como el lugar donde se firmó el Tratado de Ancón en el año 1883.
El año pasado, en un domingo de verano visité Ancón, no con la intención de tenderme al sol, sino simplemente de pasear y comer un cebiche anconero. Sabía por experiencia propia, que los domingos de verano en Ancón atraían a mucha gente, incluso no salíamos en bicicleta por el malecón para evitar accidentes.


Plaza central de Ancón



Ese domingo luego de muchos años no fue la excepción, había movimiento, pero fue diferente puesto que había casi el doble o triple de gente que yo recordaba, muchas anconetas, el malecón reventaba, y sin saberlo mi hermana y yo en busca del paseo del recuerdo decidimos tomar una anconeta que nos llevara a Playa Hermosa. Fue un terrible error la anconeta, también ha sufrido la transformación, ahora también existen “anconetas asesinas”. Fue un paseo estresante, le reclamé a la persona que nos llevaba que bajara la velocidad, que no diera esas curvas (casi como en la ciudad!!). Llegamos al destino final con ganas de volver caminando por el miedo de subirnos nuevamente y terminar en el malecón aplastadas. A pesar de ello, quiero pensar que la anconeta no ha muerto!

El paisaje era de una combinación especial, la hermosa bahía de Ancón rodeada de playas en las que no se podía ver la arena y donde un techo de sombrillas casi unas sobre otras cubría a los bañistas. La playa de San Francisco, la siguiente a Playa Hermosa, era de fácil acceso a través de un camino de concreto construido para tal fin, mucho tiempo atrás llegar a esa playa era una aventura, había que caminar, subir y bajar el cerro y por fin poder disfrutar de una playa solitaria, de aguas transparentes.

Las sombrillas son para el verano. Playa Hermosa-Ancón 2013.



Imagino que el distrito al haber crecido tanto, tiene una problemática social compleja, la cual solo conozco de referencia, por ello en este post me refiero básicamente a la situación del balneario. Creo, que el uso del espacio público, la playa, los parques, es un tema que también debe preocupar a las autoridades frente al crecimiento poblacional del distrito y ante el anuncio de la construcción de las viviendas señaladas en un párrafo anterior. No solo los mega puertos o construcciones ponen en peligro el medio ambiente la bahía de Ancón, sino también la falta de servicios para los veraneantes y el uso y abuso de una playa que parece colapsar; no sé cómo estará la playa de Las Conchitas, pero ella sería una buena opción, si se le dota de buenos servicios (baños, cambiadores, papeleras, etc.) para poder liberar un poco de la actividad en las playas del centro del balneario.


Casona en la calle Balta

En medio de todo ese crecimiento urbanístico el patrimonio cultural de Ancón, principalmente el monumental, se viene degradando poco a poco, quizás muchos de los veraneantes que llegan toalla en mano desconocen de la importancia de esta hermosa bahía, quizás sea momento que el crecimiento del distrito implique también un crecimiento social y cultural, que Ancón se convierta en lugar no solo para disfrutar, sino también para conocer y proteger, porque Ancón merece ser otra vez un balneario hermoso. Ojalá no lleguemos, como dice el poema de Blanca Varela, con la puntual indiferencia del nuevo día.







PD: Este post está dedicado a Juana La Rosa, mi abuela anconera de corazón, quien desde pequeña amó ese lugar y nos transmitió ese cariño a la pequeña bahía en medio de arenales. A Bartolo León y su esposa Julita Chau, quienes nos recibían con cariño y alegría en su casa anconera; ellos, gracias a esos días inolvidables de verano se volvieron parte de nuestra familia. 

PD: Gracias a Rosa Luz Arista Zerga, pues varios de los datos sobre el distrito han sido extraídos de un texto académico elaborado por ella. Si quieren ver imágenes de Ancón, un excelente capítulo del programa "A la vuelta de la esquina"